Estados Unidos es uno de los países donde el acceso a la visa implica un riguroso proceso de verificación, con el objetivo de determinar si el solicitante cumple con el perfil requerido, y de verificar cuáles son sus verdaderas intenciones de viaje. Las autoridades norteamericanas buscan asegurarse de que el solicitante no se radique en el país destino o represente una amenaza a su seguridad.

Por ello, cualquier ‘anomalía’ o incumplimiento (en caso de haberle sido aprobado el documento) podría derivar en su negación o retiro, además de un veto para volver a entrar a suelo estadounidense. En medio de las disposiciones, están también las normativas más ‘severas’ de expulsión a quien sea encontrado como irregular.

Tal es el caso en zonas como Florida, donde su gobernador, Ron DeSantis, defiende las iniciativas que impiden el flujo migratorio y, en caso de permanecer sin papeles en regla, respalda una persecución hasta en los hospitales. Otras disposiciones en ese estado incluyen el retiro de licencias a empleadores que contraten a indocumentados y sanciones contra quienes ayuden en su transporte.

La lista de restricciones en Florida es considerada como una de las más ‘duras’ en todo el país, mientras, a nivel general, rige el Título 8 (en sustitución hace dos meses del Título 42). El llamado de las autoridades es a buscar rutas legales y evitar ser blanco de castigos con el riesgo de dificultar aún más la posibilidad de ser admitido.

¿Qué investigan para aprobar la visa?

Antes de comenzar el proceso de visado,  debe tener claridad sobre el paso a paso a seguir, y si el tipo de documento solicitado se adecúa a los motivos de viaje. Cabe aclarar que cualquier inconsistencia, tanto en los papeles como durante la entrevista, puede ser motivo de rechazo. Son varios los puntos investigados para el resultado. Por ejemplo, los siguientes: